Horario martes a sábado 11:00 - 18:00 hrs. y domingo: 10:00 - 14:00 hrs.

Tramas

EXHIBICIONES

Tramas

El Museo Francisco Cossío presenta la exposición Tramas: 200 años de indumentaria de la colección Museo Francisco Cossío (1750-1950). El objetivo es dar a conocer el variado acervo que custodia esta institución. La muestra está conformada por cerca de ochenta piezas que van de la segunda mitad del siglo XVIII a la primera mitad del siglo xx.

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De moda y moralidad

Dime cómo vistes y te diré quién eres
En su acepción más antigua la palabra “moda” era medida. Al paso de los siglos el término definió un conjunto de prendas de vestir, adornos y accesorios basados principalmente en el gusto y las costumbres de las clases dirigentes de una sociedad. Posteriormente, esas “características” serían utilizadas por el resto de los estamentos sociales. Es decir, la moda marcará tendencias, éstas serán más o menos importantes en razón a su duración.
La forma de vestir denota las ideas morales que las sociedades tienen, en otras palabras las prendas “hablan” de los hábitos y costumbres.
Por ejemplo, en este bloque se agrupan personajes que reflejan principalmente la moralidad del siglo XIX. Obsérvense las niñas y jóvenes de peinados alambicados, cuyos cabellos forman un solo conjunto, pues “el pelo suelto” no era propio de “niñas bien portadas”. Por otra parte, el uso de chales, mantillas y pañoletas, hablan de los
valores religiosos que sus portadoras practicaban, la pintura de José Bardasano expresa a cabalidad lo dicho. Si a lo anterior se agrega el uso de rosarios y libros devocionales el mensaje de las obras es más evidente.
Es de resaltar el uso del color negro como emblema de honradez y decoro por parte de las señoras. Las prendas, aunque monocromas, dejan ver el valor monetario de sus poseedoras, pues son ricas telas de seda, satines franceses o popelinas inglesas. Los caballeros también favorecieron el color negro como parte de sus guardarropas, ese tono denotaba el estoicismo de las clases dirigentes, al tiempo que ponderaba los valores burgueses (proteccionismo familiar, la frugalidad en la vida cotidiana, la religiosidad y el decoro). Es decir, el gusto y pulcritud en el vestir reflejan las mentalidades de los representados.

Anónimo mexicano,
Retrato de Señora Mestiza

Siglo XIX,
Óleo sobre tela
53 x 48 cm.

Anónimo mexicano,
Niña con libro en la mano
y vestido a cuadros

Siglo XIX,
Óleo sobre tela
74.7 x 53.8 cm.

 

José Bardasano, (Atribución)
Muchacha española con mantón y misal en la mano

Siglo XX,
Óleo sobre tela
61.6 x 50.6 cm.

 

Anónimo mexicano,
Niñas, una con guitarra y la otra con ramito de flores

Siglo XIX,
Óleo sobre tela
89 x 74 cm.

Juan Cordero,
Retrato de una dama

Óleo sobre tela
102 x 80 cm.

 

Eulalia Lucio,
Retrato de Isadora

Año 1885,
Óleo sobre tela
39 x 30.7 cm.

 

Anónimo Mexicano,
Retrato de doña María Francisca Abarca
de
Zapiayna los 61 años de edad

Siglo XIX,
Óleo sobre tela
44 x 31.6 cm.

Joyas y estatus

El uso de joyas ha acompañado al hombre desde el principio de los tiempos. Han servido, entre otras cuestiones, para ponderar el estatus de sus poseedores y separarlos del resto del grupo social. No es casual que las descripciones de joyas y alhajas en el Antiguo Testamento; en Las mil y una noches o en el famoso Libro del millón ocupen una descripción detallada y precisa. Estos objetos suntuarios históricamente han constituido un ingrediente importante del vestir.
En este bloque temático pueden admirarse obras en donde el artista ha captado la iridiscencia de las esmeraldas y de los diamantes, como en el retrato Doña Antonia Luisa de Luna y Mora, las joyas que la dama lleva eran traídas de lejanas tierras (Asia y Colombia) a la Nueva España: solamente las clases dirigentes del virreinato podían tenerlas. Mientras que Dama con Chiqueador, refleja la moda de la corte francesa de los chiqueadores de terciopelo y el collar de perlas de “magnífico oriente”, tiene las características de las gemas ambarinas y lustrosas propias del estrecho de Ormuz, traídas a tierras mexicanas en la Nao de China.
Este módulo agrupa figuras estofadas con ricos atavíos, casullas de exquisitos damascos y sedas traídas del Oriente, perfumeros y cajas de Emilie Gallé, abanicos historiados con escenas galantes de procedencia europea, sombrillas y quitasoles adquiridos a finales del siglo XIX (probablemente en alguna de las varias tiendas de artículos suntuarios

que por la época había en la ciudad de San Luis Potosí como Las fábricas de Francia), o bien, adquiridos en el recién inaugurado Palacio de Hierro (1888) de la Ciudad de México.

El retrato de la Señora Cordero, sobresale por la psicología del personaje, pero el artista llama la atención del espectador con la nota blanca del cuello de rica pasamanería al igual que mediante el camafeo “a la antigua”, joya propia de las señoras de mediados del siglo XIX.
En el resto del conjunto pueden observarse ámbares de procedencia chiapaneca; corales en el collar como el que se porta en Doña Jesús Suárez de Garay; elaboradas filigranas de oro, como en el retrato realizado por Juan Benito de León. Asimismo, el señorío de la edad se resalta en el óvalo Señora Padrón que representa a la dama de Santa María del Río, el decoro del rostro se engalana con un par de arracadas de oro, mientras que su vestido negro, probablemente refleje su viudez.
Mención especial merecen los “dechados”, es decir los muestrarios con diversas puntadas, estos reflejan actividades cotidianas que tanto jóvenes como señoras aprendían y llevaban a cabo a lo largo de su vida.

José María Zepeda,
Retratode doña Jesús Suárez de Garay

Siglo XIX,
Óleo sobre tela
46 x 34 cm.

Anónimo mexicano,
Retrato de doña Antonia Luisa de Luna y Mora

Siglo XVIII,
Óleo sobre tela
95.7 x 83.5 cm.

Juan Nepomuceno Herrera,
Retrato de señora con arracadas, collar y anillo

1818-1878,
Óleo sobre tela
53.4 x 43.4 cm.

Juan Benito de León,
Retrato de dama joven

Año 1878,
Óleo sobre tela
61.5 x 59.8 cm.

Juan Cordero.
Retrato de la Sra. Cordero

Óleo sobre tela
62 x 48 cm.

Anónimo mexicano,
Retrato de una dama conchiquiador

Óleo sobre tela
57 x 42.5 cm.

G. Geovannetti,
Retrato dela Sra.Padrón

Santa María del Río, S.L.P.
5 de febrero 1889,
Óleo sobre tela  sobre fibracel
66.5 x 50.2 cm.

De la chupa al jaket

Generalmente la moda masculina ha sido moderada y conservadora.
El uso distintivo de algunas prendas de vestir refleja el ánimo y estatus de sus poseedores, por ejemplo, el saco, descendiente directo de la chupa, esta consistía en una pieza ajustada de manga larga, normalmente abotonada y con faldones, de la que asomaba la camisa. Fue una prenda de indumentaria masculina que formaba parte del modelo extendido por toda Europa desde el Siglo de la Ilustración (s. XVIII).
En este bloque podemos observar la prenda mencionada en la pintura San Isidro Labrador, donde el santo está vestido a la usanza de la segunda mitad del siglo XVIII, lleva pantalones cortos, medias blancas y zapatos negros; el atuendo se complementa con una chupa de seda adamascada y un rico cuello blanco. Si bien las escenas del fondo ayudan a reconocer la iconografía del santo, el cuadro personifica a un hombre de mediana edad, vestido a la moda la usanza de la época.
El discurso anterior se complementa con las prendas de vestir aquí expuestas, estas dialogan con el cuadro magníficamente, pues ambas son coetáneas.
La representatividad propia del mundo castrense se personifica en el óleo Retrato de un Militar (ca. 1822); en esa pintura se observa la moda napoleónica del uso del bicornio, el sable en ristre y la mano derecha guardada en el pecho. Esa pintura evoca al Napoleón como estratega militar, que tanto influyó en las representaciones americanas del poder.
Retrato del general Luis Gonzaga Osollo sobresale por el hieratismo del personaje, el cual se acentúa con el abrigo rojo adornado con pasamanerías de oro y hombreras del mismo material. El personaje expresa la solidez de su cargo y de la institución a la que representa mediante un recurso de larga tradición del poder: el pilar que a su espalda se observa, así como el apoyo de su única mano sobre la mesa.
El uso de artículos militares ha servido para reflejar la profesión de los representados, la actividad a la que se dedican o bien, el estatus social al que pertenecen. Otro ejemplo de ello es Retrato del coronel José Andrés Motilla y Romero, el sable que porta en su mano izquierda denota su condición de militar, mientras que su gorra a la Garibaldi habla de la historicidad del momento.

Anónimo Mexicano,
Retratodel GeneralLuis GonzagaOsollo 

Siglo XIX,
Óleo sobre tela
49.8 x 39.6 cm.

Serapio Hernández,
Retrato de Don Antonio Izaguerra,
Administrador de la Hacienda
La Labor del Río, S.L.P.

Año 1873,
Óleo sobre tela
120 x 93 cm.

Jesús Corral,
Retrato de don Anselmo Parra.

Año 1844,
Óleo sobre tela
45.8 x 36.2 cm.

Juan Cordero,
Retrato de Felipe López

Ca. 1860,
Óleo sobre tela
62 x 46 cm.

Juan Cordero,
Retrato del Sr. Ricardo García Sainz

Óleo sobre tela
62 x 47 cm.

Juan Cordero,
Retrato de Ramón López Muñoz

Ca. 1860,
Óleo sobre tela
61 x 46 cm.

Anónimo Mexicano,
Retrato de un hombre con barbas

s/f,
Óleo sobre papel, sobre tela
51.3 x 40.3 cm.

Anónimo,
Retrato de militar

Ca. 1822,
Óleo sobre lámina
83,0 x 64,0 cm

Anónimo Mexicano,
Retrato de Don Juan

Ca. 1861,
Óleo sobre tela
58.2 x 46.6 cm.

Anónimo Mexicano,
San Isidro Labrador

s/f,
Óleo sobre papel, sobre tela
76.8 x 63.7 cm.

Chaleco o chupa

Siglo XVIII,
Terciopelo rojo con forro de lino y decorado con
botones y bordados florales con hilos de plata
79,0 x 97,0 cm.

De leontinas, relojes, quitasoles y paraguas

Una de las grandes aspiraciones del ser humano ha sido el aprisionar el tiempo. Para ello se ha auxiliado de diversos medios como marcadores solares, clepsidras y, finalmente, los relojes en todas la facetas que conocemos, como puede observarse en Retrato de Emilio A. Alfredo, (1915), donde vemos de manera frontal a un apuesto joven de brazos cruzados que lleva un moderno reloj de pulsera, probablemente de oro. Ese símbolo de modernidad propio del siglo XX se complementa con el aglostorado peinado de raya en medio, la actitud dandinesca del muchacho, el blanco y almidonado cuello complementado con un corbatín satinado. Todos los elementos enlistados reflejan el “sabor de la vida” de los jóvenes burgueses de principios del siglo pasado.
La moderación burguesa de la primera mitad del siglo XIX como paradigma de la época se muestra a través del retrato Señor Ricardo García Sainz, el bicromatismo en negro y blanco del traje, su corte de pelo y patillas, a la moda de Abraham Lincoln, reflejan el ideal del caballero burgués que veía en los Estados Unidos el prototipo del progreso. Valores expresados también en los retratos Ramón López Muñoz y Felipe López.

Anónimo mexicano,
Retratodel Coroneldon José
AndrésMotilla y Romero

s/f,
Óleo sobre tela
76 x 63 cm.

J. M. García,
Retrato de Don Ambrosio
Antonio de
Alday

Año 1850,
Óleo sobre tela
76.2 x 63.4 cm.

G. Sánchez Guerrero,
Retrato de Emilio A. Alfredo

Año 1915
Óleo sobre tela
72.5 x 55.3 cm.

Trabajo mexicano,
Casulla

Siglo XVIII,
Bordada a mano con  seda, hilos de plata y oro.
Galón en hilos de oro.
215 x 68.5 cm.

J. Olmos, pintor Serra.
Arenal 22, Madrid,
Abanico pintado con escenas bucólicas en ambas caras

Siglo XIX,
Varillas de marfil, tela pais pintada al óleo.
27.2 x 51 x 2.2 cm

Trabajo mexicano,
Casulla (reverso)

Siglo XVIII,
Bordada a mano con  seda, hilos de plata y oro.
Galón en hilos de oro.
215 x 68.5 cm.

Trabajo mexicano,
Casulla

Siglo XIX,
Terciopelo labrado color guinda
obscuro con galón dorado
18 x 63 cm.

Abanico con estuche,
El estuche tiene la leyenda “Agosto 31 de 1894 Para Ramo en el día de su Santo, Y(
Isadora) O (Ortega)

Ca. 1894
Encaje bordado con hilos de seda y varillas de madera
36 x 68 cm.

Trabajo mexicano,
Casulla (reverso)

Siglo XIX,
Terciopelo labrado color guinda
obscuro con galón dorado
18 x 63 cm.

Emile Gallé,
Alajero

Vidrio
Cuerpo 4.1 x 11 cm. de diámetro,
Tapa 2.5 x 9.3 cm.

Trabajo mexicano,
Santo Carmelita

Siglo XVIII,
Madera tallada, policromada y estofada
143.5 x 56 x 30 cm.

Par de mitones negros bordados
en canutillo y
pedrerío

Tul negro bordados con hilos de oro
y plata, algodón y pedrería morados
5 x 1 x 25.4 x 8.5 cm.

Juan Romano y Hno,
Par de zapatillas de dama

Finales del S. XIX ó principios del S. XX
Zapatillas forradas en seda blanca, suela de cuero, forro en tela y piel. Tienen al frente una aplicación en forma de flor de cinco pétalos blancos, botones y hojas en cera

Pañuelo blanco cuadrado enmarcado por cenefa bordada con monograma CMAGSB

s/f.
Organza de algodón e hilo de algodón
5 x 1x 35.5 x 33.5 cm.

Antonio Texas,
Par de botas de mujer en piel color marfil

Principios del S XX,
Botas de piel color marfil, con tacón y cintas.
Suela de cuero, tienen bajo la suela y dentro de la bota izquierda el nombre de la marca
27 x 26 x 6.7 cm

Adelina Balmori,
Bordado con chaquira

Principios del siglo XX
Lino y listones tejidos
28.0 x 20.0 cm.

Margarita Parra y Guzmán,
Dechado con cuadrado con muestras de tejido de aguja, deshilado, empabonado, bordados de hilván, punto de cruz, de relleno al pasado, atrás y otros, son 70 muestras y tiene una inscripción, “lo hizo, Margarita  Parra y Guzmán en Méjico a 2 de Mayo de 1822"

Año 1822,
Tela de lino blanca bordada con hilo de algodón y seda con deshilados y tejido de aguja con hilo delgado
5.7 x 5.9.5 cm.                   

Manuela Guerrero,
Dechado. “Este dechado lo hizo Manuela Guerrero, lo empezó el día 12 de agosto del año de y lo acabó en 6 de diciembre de dicho año"

Año 1834,
Bordado en lino con hilos de seda
38.8 x 89.5 cm.

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